¿Te has preguntado alguna vez por qué puede costar tanto levantarse de la cama con su colchon queen size en invierno? No es sólo el frío al que se está adaptando tu cuerpo.
Ritmos corporales naturales
Los ritmos corporales naturales ayudan a tu cuerpo a saber cuándo debe dormirse y despertarse cada día.
Nuestro cuerpo tiene señales automáticas que seguir para realizar ciertas actividades, y uno de los mayores ritmos corporales naturales que tenemos está relacionado con nuestros patrones de sueño.
Cuando sale el sol y la luz empieza a atravesar las cortinas por la mañana, nuestro cuerpo lo utiliza como señal para despertarse.
Aunque intentemos con todas nuestras fuerzas luchar contra el impulso y volver a dormir, nuestros ritmos circadianos nos dicen que es hora de levantarse cuando sale el sol.
Cuando el sol se pone y se oscurece, nuestro cuerpo lo toma como una señal para relajarse y prepararse para descansar.
Cuando oscurece, el funcionamiento interno de nuestro cuerpo comienza a apagarse para recargarse después de todas las actividades del día.
No es nuestra conciencia la que nos dice que nos vayamos a dormir, sino nuestro reloj interno.
Adaptarse al invierno
Cuando llega el invierno, los días son más cortos y las noches más largas, por lo que hay menos luz solar. En consecuencia, nuestros ritmos circadianos tienen que ajustarse.
Cuando el cielo se oscurece más temprano por la noche, el cuerpo se prepara automáticamente para el descanso, por lo que nos sentimos un poco más cansados de lo habitual.
Cuando el sol sale más tarde por las mañanas, el cuerpo sigue durmiendo porque no percibe la luz que entra por las cortinas.
Conseguir que los niños duerman en invierno también puede ser un reto.
Que el sol salga más tarde no significa que podamos hacerlo.
La mayoría de nosotros tiene que levantarse a las 6 de la mañana para ir al trabajo o al colegio a tiempo, así que levantarse por las mañanas durante los meses de invierno se convierte en un reto.
No sólo hace mucho más frío, sino que nuestro cuerpo no recibe esa señal natural para despertarse.
La ciencia del sueño
La ciencia que subyace a nuestros ritmos circadianos tiene que ver con dos neurotransmisores llamados serotonina y melatonina.
La melatonina se produce cuando está oscuro y dormimos. Dormir demasiado provoca niveles anormales de melatonina.
En consecuencia, cuanto más dormimos en invierno debido a la falta de luz solar, más deseamos dormir debido a los altos niveles de melatonina en nuestro cuerpo.
La serotonina es una hormona que afecta al estado de ánimo.
En los meses de verano, cuando hay mucha luz solar, nuestro cuerpo produce naturalmente más serotonina debido a la vitamina D que producen las células de nuestra piel.
Cuando la luz solar escasea, nuestros niveles de serotonina disminuyen automáticamente. Esto hace que nuestro cuerpo tenga menos energía y sentimientos positivos.
Como resultado, estamos naturalmente más cansados en invierno. Ansiamos dormir más porque recibimos menos luz y serotonina pero más de la hormona melatonina.
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