Sí, si se empiezan a establecer hábitos de sueño saludables a partir de las seis semanas de vida del recién nacido.
Si el bebé tiene hábitos de sueño saludables, dormirá más tiempo durante la noche que durante el día, aprenderá a calmarse para volver a dormir, tendrá menos problemas de sueño y, en definitiva, dormirá mejor de por vida.
Según, si tus hijos duermen mejor, tú también lo harás y serás más capaz de criar y enseñar a tu hijo.
Establece hábitos de sueño saludables a tu recién nacido
Ayude a su recién nacido a diferenciar entre el día y la noche. Durante los periodos diurnos en los que el bebé está despierto, abre las persianas, hazle participar activamente mientras le meces, le cambias y le das de comer; luego, por la noche, atenúa las luces, utiliza una voz más tranquila y realiza actividades de relajación.
Sé coherente. Acuesta a tu bebé cuando esté cansado. Tranquilízalo para que se duerma con un suave balanceo, un canto suave, un masaje o un chupete. Acuéstalo cuando aún esté despierto, para que asocie la relajación con el sueño.
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Estrategias de sueño para padres
“Convertirse en padre es un ajuste que cambia la vida. Consiga ayuda adicional para poder adaptarse a este nuevo papel. Recurre a familiares, amigos y vecinos para que te ayuden con la alimentación y el cuidado del recién nacido, las tareas domésticas y la cocina”.
Ayudar en las tareas significa que puedes centrarte en tu bebé y en tu salud y bienestar, en lugar de en las pilas de ropa sucia o en los platos sucios. Muchos padres primerizos intentan hacer demasiadas cosas demasiado pronto y se sienten abrumados.
Algunas estrategias adicionales:
Compartir las tareas nocturnas. En el caso de las madres lactantes, sacarse leche extra durante el día, de modo que un compañero o ayudante pueda encargarse de la alimentación nocturna por su cuenta.
Designar un colchón individual cómodo, sofá o una habitación de invitados que favorezca las siestas ininterrumpidas, y que el compañero que no está de servicio pueda tener un sueño de calidad.
Las siestas pueden ayudar a recuperar el sueño perdido
Los médicos están empezando a darse cuenta de que echarse una siesta puede recuperar parte de la deuda de sueño.